La implementación obligatoria de la historia clínica electrónica en el primer nivel de atención enfrenta serios retos en Arequipa. Actualmente, solo un 30% de los centros de salud cuenta con computadoras y conectividad adecuada para poner en marcha el aplicativo SICE, según informó el Gerencia Regional de Salud, Walter Oporto.
Aunque el Gobierno central ha dispuesto la obligatoriedad del sistema, en la región ya existían antecedentes. Desde 2005, en la provincia de Islay se desarrolla un aplicativo propio en el hospital de Mollendo, con módulos incluso más complejos que el SICE. Esta experiencia, sin embargo, no ha sido replicada en el resto de la región.
Uno de los principales obstáculos es la falta de equipos en consultorios, farmacias y áreas de admisión. La mayoría de establecimientos aún registra historias clínicas en papel, lo que retrasa la atención y dificulta el acceso a información médica actualizada de los pacientes.
La conectividad es otro de los grandes problemas. Pese a los avances del programa de fibra óptica, aún hay centros que dependen de conexiones lentas, lo que imposibilita la digitalización plena. Especialistas insisten en que sin internet de alta velocidad el sistema no podrá operar con eficiencia.
Actualmente, un paciente en un centro de primer nivel espera en promedio dos horas para salir con receta u órdenes médicas. Con la historia clínica electrónica, ese tiempo se reduciría a solo 20 minutos, lo que representa un salto en la calidad de la atención y en el uso de horas-hombre del personal de salud.
El aplicativo no solo agilizaría trámites, sino que centralizaría toda la información clínica: anamnesis, diagnósticos, resultados de laboratorio y tratamientos previos. Esto permitirá un mejor control de enfermedades y reducirá errores derivados del manejo manual de expedientes.
Sin embargo, el reto es enorme: el 70% de los establecimientos de salud aún requiere inversiones en equipos, conectividad y capacitación. Expertos subrayan que, tras 22 años de intentos fallidos, el Estado debe priorizar este proceso para lograr un sistema interoperable entre el sector público, EsSalud y las clínicas privadas.